Sin color en las ventanas.



Edificios me enfrentan con luces apagadas y algunas ventanas parpadeantes.
Mi luz es constante y naranja.
¿Estará iluminando el frente de algún otro, como yo, que mira por la ventana?

Es verdad, a mi no me gusta la gente. Sólo me gusta observarlos sabiendo que están lejos.
Pero no veo a nadie.
Cocinas vacías, habitaciones detenidas, televisores que hacen bailar algún living oscuro pero ninguna historia.

Busco historias para escribir pero nada. Siete de la tarde y al parecer los edificios y el día se convirtieron en noche como cosas inseparables.
Algunos atardeceres me cuentan que hay unas pocas vidas resistiéndose a la noche.
¿Será que el mundo se está moviendo de otra manera y  todavía no me enteré?


Es verdad, hace mucho que no observo a la gente. Hace mucho que estoy sumergida en ellos.
Pero ahora, en mi mundo, en mi día, en mi living naranja los miro, los busco y no entiendo esta oscuridad que me enfrenta.
No sólo no la entiendo, no la soporto.
¿Qué pasa? ¿Qué no sé?

Con tanta noche dormida me animo a hacer pis con el día prendido y la puerta abierta dejando la ventana de binocular perfecto.
Pero nada, ni un amanecer. Todo sigue siendo una noche aburrida.

Quiero ser

Quiero ser como Bob que hila y asocia todo sin parar y cierra todo con un nudo perfecto.
Nudos de esos que para desarmar hay que cortar
.
Bob está suelto. Va y viene a su antojo. Sin anclas en su rutina.
Si siente viajar para visitar, lo emprende.

Bob, que es mas politico que los partidos, se esconde en respuestas para que no lo sigan.
No tiene una causa mas que sentirse en casa.
Ese fue su camino y lo que lo trajo a mis oidos.
Llegó a traves de un militante de su forma de sentir y lector de sus canciones.
Me lo mostró como si fuese su album de los 15.
Lo miré, lo disfrute y lo abrace como si su historia fuera suya y por ende mia.
Ya no soy yo.
Soy él, soy Bob, soy Simone, soy Sartre soy Foucault.

Soy sus oidos y su boca.
Soy su cama sus abrazos.
Soy su nombre y su teatro.
Soy no yo. Soy una mujer con nombre de varon y corazón con otras historias.
Soy la que siempre quise.
Soy el que amo.

Pica!

Buscando se encuentra.

Equivocando se aprende.

Me costó mucho tiempo y mucho cuerpo encontrar...
Viví historias de mentira pidiéndoles lo que no tenían.
Siguiendo los pasos seguros de otros me salí de mis zapatos y lloré y lloré y lloré.
Me anulé, no me hice caso, seguí el camino de otros.

Ahora, hoy y hace dos meses empecé el mío. El nuestro.
Que por suerte el tuyo es el mío. De nosotros y no de otros.

Qué placer saber que todo eso que pedía y no lo tenían, existe. Y me lo das sin que lo pida.
Y podemos hablar, podemos ser, podemos creer, podemos viajar. Podemos amar.

El amor es algo que se sabe. No se describe. Es imposible ponerle palabras a esto. Es mas, creo que si lo hiciera y lograra describir lo que siento entonces no sería amor.
No hay palabras ni miradas ni risas ni llantos ni temblores que lo expresen tal cual.

Qué va a pasar?

Qué va a pasar? Por favor, qué va a pasar con todo esto?

eh?

No son como los primeros meses de antes. Ahora es real. Es carnal. Es doloroso. Es inmenso. Es nuevo.
Es todo lo que busqué.
Ahora a surfear. A ponerle el pecho. A bancar haberse entregado tanto. A ser alguien compuesto. A ser el que es que a la vez es yo. A ser de dos colores.


Quién nos prepara para no arruinar esto?
No puedo imaginar esto arruinado.
Porque si se arruina explota.
Es ir en auto a 400 km/h y chocar con una pared que no viste.
Muerte súbita.

Estaba resignada a vivir esto alguna vez. Resignada a vivir como venía. Vacía. Sola pero acompañada. Sin conexión. Sin unión. Sin con.

Qué facil que es mentirme y qué capacidad de olvidarme de mi.
Me dejé tapar los ojos por un deseo que no se estaba haciendo realidad.
Una y mil veces.

Pero se ve que por mucho tiempo busqué bien. Se ve porque nos encontramos.
Claro y nítido.

Buscando te encontré y aprendí, equivocándome, a estar feliz.