Mi Itunes canta.

Have a cigar me cantó el itunes.
le entendí mal y me fumé casi veinte felipes.
La noche se despertó de resolana encandilante y mutilante.
Pero mis persianas no parpadearon.
El gato observa el afuera. Eso que probablemente nunca pueda tocar.
Sé que siente que en cualquier momento van a parpadear las maderas y mueve la cola para equilibrar su ansiedad y disfrutar eso sin tacto en sus posibilidades.
Se escucha el agua de una manguera que dirige algún encargado (de eso).
Los pájaros cual búhos parecen dormidos, solo se escucha el jó jó jó horrible de la Navidad.
Sin planes por primera vez pero con un deseo inflamable adentro mío.
El día dice que debo dormir, mis ojos no lo escuchan y me quedo acá. En mi lugar de moda en mi casa: mi sillón mecedor.
Merecedor de este momento de plenitud, de éxtasis en los dedos que son la continuidad de mis neuronas rebalsadas de imágenes ideas y conectores.
Y ahora me escucho en el aitiuns que dice Wish you were here.


Sí, I wish you were here.