
De repente y de la nada, pude girar mi cabeza 360 grados y fui feliz.
Feliz porque al fin podría perder el miedo por si vienen de atrás.
Me toqué y me sentí distinta: muy caliente y suave.
Me miré y vi que mi piel y mis pelos se habían convertido en plumas.
De repente, mi Asombro, mi Miedo y mi Alegría remontaron dos alas grandes marrones y pesadas.
¨¡Sirven!¨ Estaba volando pero preferí bajar. - Es que todavía no sabía si soñaba.-
Busqué el sol para que me despertara pero vi cómo me rechazó. Miré a la luna y vi que me tenía a sus pies como un angel guerrero.
Quise cerrar los ojos para poder despertar pero ya no se cerrarían nunca más.
Quise gritar pero ya no tenía mi voz, mis labios, mi lengua ni mis dientes.
Cual cachorra, de repente, necesité comer. Encontré a mis ojos de huevo duro buscando ratas y ratones como si fueran milanesa con puré.
Me asusté. Ya no era mi cuerpo. Ya no eran mis gustos, mis formas, ni mi tamaño.
Era Yo, sí, pero mi conciencia, sus preguntas y sus miedoalegrias transpiraban por el encierro de las plumas.
Desesperada usé mis alas de avión para buscar mi refeljo en algún lugar.
Efectivamente.
Lo que sospechaba: Como cucaracha de Kafka me había convertido en Búho.
En Búho: Guardiana de la luna y guerrera del cantar de los pájaros.